
En una redefinición drástica de su política antinarcóticos, el Departamento de Guerra de Estados Unidos anunció este jueves un plan estratégico para «mapear y exterminar» a los cárteles de la droga latinoamericanos, a los que considera una amenaza existencial para la seguridad nacional.
El Secretario de Guerra, Pete Hegseth, en una mesa redonda con el presidente Donald Trump y otros altos funcionarios, declaró que estas organizaciones criminales serán tratadas como entidades terroristas, comparándolas directamente con «el Al-Qaeda del hemisferio occidental».
Hegseth fue categórico al esbozar la nueva misión: “Así que nuestro mensaje a estas organizaciones terroristas es que vamos a tratarlas como hemos tratado a Al Qaeda. Vamos a encontrarlas, vamos a mapear sus redes, vamos a descifrarlas y vamos a acabar con ellas”. El objetivo central es “aplastar a los cárteles, detener el veneno y mantener la seguridad de EE UU”.
El Secretario advirtió que las agencias de inteligencia estadounidenses ya poseen un conocimiento detallado de sus objetivos. «Sabemos exactamente quiénes son. Sabemos a qué redes y qué organizaciones pertenecen. Sabemos dónde están, de dónde se originaron, qué están transportando. Y ellos saben que lo sabemos”, puntualizó.
Advertencia de Ataques Terrestres
Las declaraciones de Hegseth se sumaron a las emitidas por el presidente Donald Trump, quien reiteró una advertencia directa a los grupos narcotraficantes que operan tanto en el Caribe y el Pacífico como por vía terrestre.
El mandatario aseguró que su Administración está preparada para “golpear muy duro” a quienes intenten mover mercancía ilícita también por tierra, aunque aclaró ante la prensa que se informará al Congreso de los Estados Unidos antes de proceder con cualquier ataque en tierra.
Este anuncio consolida el giro de Washington hacia una ofensiva de alta intensidad contra el narcotráfico, elevando a los cárteles al mismo nivel de prioridad que a los grupos terroristas internacionales.
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