
La crisis de seguridad en las prisiones de Ecuador alcanzó un nuevo punto crítico este viernes, tras un violento enfrentamiento entre bandas rivales en el centro penitenciario de Turi, en las afueras de Cuenca. El choque, que duró varias horas, dejó un saldo de al menos cuatro presos muertos.
El gobernador de Azuay, Xavier Bermúdez, confirmó las muertes y señaló que el enfrentamiento, posiblemente iniciado por una disputa entre bandas por el control territorial, se desencadenó en horas de la mañana. Medios locales reportaron gritos y disparos dentro de la prisión, intensificando la alarma en la comunidad.
Las muertes ocurrieron un día después de que se reportara de manera extraoficial otro asesinato dentro de la misma cárcel, lo que sugiere un recrudecimiento de las tensiones internas.
El Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Privadas de Libertad (SNAI) informó que, tras una operación de control, la situación se normalizó hacia las 18:30 hora local. Sin embargo, no proporcionó detalles sobre las víctimas ni las circunstancias exactas de sus muertes.
Este trágico suceso se suma a una ola de violencia sin precedentes que ha sacudido las prisiones del país. Desde 2021, cerca de 600 reclusos han sido asesinados en masacres atribuidas a la lucha entre grupos criminales por el control de los centros penitenciarios.
En respuesta a esta grave situación, el presidente Daniel Noboa declaró un «conflicto armado interno» a principios de 2024, autorizando la intervención de las Fuerzas Armadas en las cárceles para intentar recuperar el control del Estado y neutralizar a las bandas. A pesar de estas medidas, la violencia continúa siendo un desafío constante.
Vía Punto de Corte/Diario República.com



