
El petrolero M/T Skipper, interceptado por la Guardia Costera estadounidense en aguas internacionales tras salir de Venezuela, tiene previsto su arribo al puerto de Galveston, Texas. Funcionarios de la Administración Trump confirmaron que la retención del buque es inminente, mientras se activa un riguroso proceso legal para la confiscación de su carga de crudo.
La Casa Blanca ha sido explícita en su intención de asegurar el cargamento. La secretaria de prensa, Karoline Leavitt, defendió la acción al declarar que «Existe un proceso legal para la confiscación de ese petróleo, y ese proceso legal se seguirá». Según la funcionaria, la operación busca desarticular un supuesto financiamiento del narcoterrorismo, afirmando que el gobierno no permanecerá inactivo ante barcos sancionados que naveguen con recursos del mercado negro.
⚖️ El Futuro del Crudo y la Tripulación
El destino final de los barriles del M/T Skipper, anteriormente identificado como Adisa, quedará en manos de los tribunales. La operación se justifica con base en investigaciones de inteligencia que vinculan al buque con una red de contrabando operada por empresas fantasma asociadas a Viktor Artemov. Reportes de sanciones de 2022 indican que el petrolero transportaba crudo para generar ingresos destinados a la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán y a Hezbolá, eludiendo las restricciones internacionales.
Mientras el buque navega hacia EE. UU., el personal estadounidense está realizando entrevistas a la tripulación. Las autoridades han asegurado que se facilitará el traslado y la salida de los marineros una vez que atraque en Texas, desvinculando a las personas de la incautación del navío y su carga.
🇻🇪 Caracas Califica la Acción de «Despojo»
La incautación ha provocado una escalada en la tensión diplomática y militar en el Caribe, zona donde Estados Unidos ha reforzado su presencia con el despliegue del portaaviones USS Gerald R. Ford.
La respuesta desde Caracas ha sido de rotundo rechazo, con el ministro de Relaciones Exteriores, Yván Gil Pinto, calificando la acción como un «despojo de recursos naturales». A través de redes sociales, el canciller venezolano acusó a Washington de utilizar excusas (inmigración, drogas, democracia) para ocultar las verdaderas razones de la «prolongada agresión contra Venezuela».
Por su parte, el presidente Nicolás Maduro evitó referirse directamente al buque, pero lanzó una advertencia a sus seguidores: «No es momento para cobardes, es momento de combatir».
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