La que comenzó como una marcha de estudiantes y grupos sindicales volvió a convertir este lunes 21-O a Santiago de Chile, donde viven siete de los 18 millones de habitantes del país, en un campo de batalla. Policías reprimieron con gases lacrimógenos las protestas que comenzaron hace cuatro días y que hasta ahora han dejado 11 muertos.
El jefe militar a cargo de la seguridad de Santiago, Javier Iturriaga, decretó este lunes por tercer día consecutivo toque de queda nocturno para hacer frente a las incesantes protestas sociales, que dejan ya 11 muertos en todo Chile.
«Necesitamos nuevamente decretar toque de queda, el que regirá para toda la región Metropolitana a partir de hoy a las 20H00 y hasta mañana a las 06H00», dijo Iturriaga en un mensaje televisado en el primer día laboral tras el estallido social iniciado el viernes y que continuó el fin de semana.
Imágenes de la televisión mostraron el avance los camiones lanza agua de los carabineros –la policía– avanzando por las calles del centro de Santiago mientras uniformados arrojaban gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes. De fondo se escuchaban detonaciones.
Por la mañana la gente hacía largas filas en los supermercados para abastecerse ante el temor de que se repitan los saqueos de tiendas del fin de semana, que paralizaron buena parte de las actividades en Santiago. El transporte público funcionaba con limitaciones.
“Hacemos un llamado a la ciudadanía para proveerse de lo estrictamente necesario y no sobreconsumir”, exhortó en un mensaje televisivo Manuel Melero, presidente de la Cámara Nacional de Comercio. “Seamos prudentes en el consumo para no hacer colapsar el sistema”.
La víspera el presidente Sebastián Piñera dijo que el país está “en guerra” contra un enemigo poderoso.
Via AP/Diario Republica
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