La frontera pakistaní sigue encendida. Los atentados no cesan. Al menos 43 personas han muerto en las recientes horas por explosiones. Es una guerra entre el nuevo régimen y el terrorismo.
Pero hoy escenas de infarto se han vivido en Jalalabad. Un comando de soldados afganos detuvieron a aspirantes a suicidas que preparaban una seguidilla de ataques. Lo cumbre es ver a estos valientes hombres, blindados de pies a cabeza tratando de despojar de los grandes explosivos a los terroristas. Afortunadamente el militar salió ileso, no así el rebelde.
Aquí una muestra.
Agencias