Bangde, Zhanmusi Bangde. Así tiene que presentarse 007 en China si quiere que alguien le entienda. Y mejor que aparezca con la cara de Pierce Brosnan o de Daniel Craig porque, hasta hace poco, al espía británico más famoso de la historia pocos lo conocían en el país de Mao. La mayoría de sus 23 películas nunca se ha proyectado en salas chinas, y la última que sí lo ha hecho –Skyfall– ha tenido que ceder más de 15 minutos de metraje, y alterar algunos diálogos, para que los censores diesen el visto bueno. No querían ver asesinatos en los rascacielos de Shanghái, ni que se mencionasen las redes de prostitución de Macao o las torturas que llevan a cabo fuerzas de seguridad chinas.
Sin embargo, no parece que ningún político chino haya tenido problema con que el cadáver de Shirley Eaton, casi desnuda y bañada en oro, sea expuesto en una cama giratoria en el interior del Museo Minsheng -de titularidad privada, eso sí- de Shanghái. La escultura recrea la famosa escena de la película Goldfinger, en la que esta chica Bond muere porque su piel no puede respirar, y es uno de los platos fuertes deDesigning 007 (Diseñando 007), la mayor exposición jamás preparada para honrar al agente del MI-6.
“No hemos tenido que alterar en absoluto nuestra idea de la muestra para poder organizarla en China”, aseguró ayer a EL PAÍS el comisario de la exposición, Neil McConnon. “No obstante, es cierto que hace solo una década habría sido imposible exhibir una muestra como esta en China”. Pero en el siglo XXI el gigante asiático hace borrón y cuenta nueva. Por eso, la empresa organizadora, Barbican, y la productora de los filmes, Eon, han decidido comenzar en Shanghái la gira que estas 589 piezas exclusivas harán por Asia para conmemorar el 50 aniversario del nacimiento de James Bond en la gran pantalla.
Vía ElPaís