
El Kremlin ha rechazado categóricamente la propuesta de alto el fuego navideño en Ucrania, una iniciativa impulsada por el Canciller alemán, Friedrich Merz, y que contaba con el apoyo expreso del Presidente ucraniano, Volodímir Zelenski. La decisión, anunciada este martes, se produce tras una ronda de consultas en Berlín que incluyó la participación de representantes de Estados Unidos, elevando la tensión diplomática de cara a las festividades de fin de año.
La propuesta de Merz, que buscaba establecer una pausa humanitaria en los combates durante el período navideño y de Año Nuevo, era vista por sus promotores como un gesto de buena voluntad y un posible primer paso hacia la desescalada del conflicto. Sin embargo, Moscú ha desestimado la iniciativa, argumentando que una tregua temporal solo serviría para beneficiar militarmente a Kyiv.
Dmitri Peskov, portavoz presidencial ruso, articuló la postura del Kremlin en su rueda de prensa telefónica diaria, enfatizando que la prioridad de Moscú es la paz definitiva y no un mero cese de hostilidades táctico.
«Nosotros queremos paz, no una tregua que dé respiro a los ucranianos y que les permita prepararse para proseguir la guerra», afirmó Peskov de manera contundente.
Esta declaración subraya la desconfianza de Rusia respecto a las intenciones de Kyiv y sus aliados occidentales, sugiriendo que cualquier pausa sería aprovechada por las fuerzas ucranianas para reagruparse, rearmarse y reforzar sus posiciones con miras a futuras ofensivas, prolongando así el conflicto.
La propuesta de tregua había generado expectativas en varias capitales europeas, que esperaban un alivio en los combates para facilitar el intercambio de prisioneros a gran escala y la entrega de ayuda humanitaria crítica a las regiones más afectadas, especialmente ante la llegada del crudo invierno.
La negativa rusa, sin embargo, frustra estos planes y consolida el mensaje de que el Kremlin no está dispuesto a negociar bajo términos que, a su juicio, comprometan sus objetivos militares o estratégicos en el conflicto. La inclusión de las consultas con Estados Unidos en Berlín sugiere que el rechazo se extiende a un frente diplomático más amplio que incluye a los principales aliados de Ucrania.
El Presidente Zelenski había manifestado su apoyo a la tregua, condicionándola a la retirada de las fuerzas rusas de los territorios ucranianos, un requisito que Moscú considera inaceptable. La falta de una base de acuerdo mutuo sobre los términos de la tregua ha llevado a este bloqueo diplomático, asegurando que los combates probablemente continuarán sin interrupción durante las festividades.
El rechazo de hoy reafirma la postura beligerante de Moscú y pone de manifiesto la profunda brecha que separa a los bandos, haciendo que las perspectivas de un diálogo significativo para poner fin a la guerra sigan siendo sombrías en el corto plazo. La comunidad internacional ahora observa si Alemania y sus aliados propondrán nuevas vías diplomáticas tras este revés.
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