
Horas después de que el Departamento de Guerra de EE. UU. anunciara otro ataque letal contra una supuesta embarcación de narcotráfico en el Caribe, el presidente colombiano Gustavo Petro desmintió enfáticamente la versión estadounidense. Petro negó que el buque atacado perteneciera al Ejército de Liberación Nacional (ELN) o que estuviera vinculado al tráfico de drogas.
El secretario de Guerra, Pete Hegseth, había reportado que las fuerzas militares mataron a tres presuntos narcotraficantes en el operativo. Sin embargo, Petro utilizó su cuenta de X para defender a las víctimas:
“La lancha del pescador de Santa Marta no era del ELN, era de una familia humilde, amante del mar y de ahí extraía sus alimentos”, escribió Petro.
El mandatario colombiano elevó el tono de la confrontación al confirmar que entre los tres fallecidos se encuentra un hombre que, según su versión, era un humilde pescador colombiano.
Petro interpeló directamente a las autoridades estadounidenses sobre la identidad de la víctima: “Qué le dice usted a esa familia, explíqueme por qué usted ayudó a asesinar un humilde pescador de Santa Marta, la tierra donde murió Bolívar, y de la que dicen, es el corazón del mundo. ¿Qué le dice usted a la familia del pescador Alejandro Carranza? Era un ser humano humilde”.
Este intercambio ocurre en medio de una escalada de tensiones bilaterales. Este mismo domingo, el presidente de EE. UU., Donald Trump, había acusado a Petro de ser un «líder del narcotráfico» que «no hace nada» para detener la producción de drogas en el país. Petro rechazó categóricamente esas declaraciones, asegurando que él «no hace bussiness».
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