
Dos de las principales agrupaciones sindicales argentinas efectuaron este miércoles un paro de actividades a nivel nacional, que ha sido señalado de ser el mayor desde que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner llegó al poder.
Desde tempranas horas manifestantes cerraron varios de los principales acceso a la capital, y también efectuaron bloqueos en puntos neurálgicos del tránsito automotor, buscando impedir que algunas personas llegasen a sus lugares de trabajo.
Sindicalistas de varias de las redes de transportes público -algunas líneas de metro y de trenes, principalmente- también paralizaron las actividades.
El corresponsal de BBC Mundo en Argentina, Vladimir Hernández, señaló que «el flujo de personas en Buenos Aires se vio reducido, sobre todo en la normalmente congestionada zona céntrica de la ciudad, donde sólo se veía la acostumbrada presencia de turistas».
El principal reclamo de los gremios que convocaron al paro -la Central de Trabajadores de Argentina y la Confederación General del Trabajo, ala opositora- es una revisión en el impuesto a las ganancias que se cobra a partir de una determinada base salarial.Los sindicatos quieren que el impuesto se cobre a partir de una base salarial mayor, para que así excluya a más trabajadores del pago tributario.
«El problema de fondo es la inflación, algo que el gobierno no ha atendido», señaló a BBC Mundo el economista Alan Cibils.»Cada año los sindicatos negocian nuevos salarios que se adecúan a la inflación, pero las bases impositivas no se ajustan y el trabajador paga más impuestos, que deteriora su poder adquisitivo», agregó.Además, explicó el economista, al subir el salario los trabajadores son excluidos de beneficios sociales previstos para bajas escalas tributarias, por lo que además de pagar más impuestos perciben menos ayudas estatales.
Visiones
«Yo soy docente de la Universidad de Buenos Aires (UBA), con 15 años de experiencia, y el salario a mí, y a docentes como yo, no nos alcanza para cubrir nuestras necesidades básicas», señaló a BBC Mundo Paula Varela, quien también es miembro del Partido de Trabajadores Socialistas.
Varela formaba parte de un grupo de manifestantes que mantuvieron temporalmente cerrada la avenida Corrientes, una de las más transitadas de Buenos Aires.»Estamos cortando acá la calle pidiendo reivindicaciones justas, como lo es por ejemplo el problema con el impuesto a las ganancias», señaló a BB Mundo Jennifer Wainberg, secretaria general del Centros de Estudiantes de Filosofía y Letras de la (UBA).
«Los jóvenes trabajadores son los que más sufrimos la precarización laboral, la inestabilidad de los contratos, la falta de organización sindical, los peores salarios y condiciones de trabajo», agregó Wainberg.
Desde el gobierno nacional se desestimó el paro sindical y se criticó fuertemente los cierres de vías de tránsito efectuadas.El jefe de gabinete, Juan Abal Medina, señaló que «lo que hemos visto es la gran cantidad de piquetes cortando todos los accesos a la ciudad. No estamos viendo trabajadores que deciden no concurrir a sus trabajos en forma voluntaria».
Más allá de algunas escaramuzas en la zona céntrica de Buenos Aires, al momento de redactar esta nota no se habían producido hechos de violencia en la jornada.
Vía BBC