El Consejo de Ministros de la República Árabe Siria decretó duelo nacional hoy y mañana, por el asesinato del ulema Mohammed Saed Ramadan al-Bouti, presidente de la Federación de Ulemas Musulmanes del Levante.
Al-Bouti murió, junto a otras 48 personas -según el más reciente parte del Ministerio de Salud-, cuando un atacante suicida detonó un cinturón cargado de explosivos mientras el religioso impartía una conferencia a decenas de estudiantes en la mezquita al-Iman, en el barrio de Mazraa, de esta capital.
El presidente Bashar Al-Assad ofreció sus profundas condolencias por la muerte del erudito, a quien calificó como «una de las grandes figuras en Siria y todo el mundo islámico; un hombre íntegro que expresaba la verdadera voz del Islam, asesinado mientras instruía sobre la bondad y la esencia de la religión».
De igual forma, en un telegrama de condolencia, el gobernante envió su pésame a las familias de los caídos, en su mayoría jóvenes.
Al-Assad aseguró que los asesinos de al-Bouti «intentan silenciar la voz del Islam y la luz de la fe, basados en las fuerzas oscuras del pensamiento extremista takfirí».
En su comunicación, el Ejecutivo prometió que la sangre de los mártires, «la de los trágicos sucesos en la mezquita y los de la Patria, no será en vano, pues cumpliremos con su pensamiento hasta que purguemos a nuestra nación del terrorismo que la sacude».
Para mañana está anunciado el funeral, después del rezo del mediodía en la Gran Mezquita de los Omeyas de Damasco.
Elegido en abril de 2012 al frente de la Federación de Ulemas Musulmanes del Levante, al-Bouti era reconocido por su verbo encendido y defensa de la soberanía y unidad nacional ante los intentos de balcanizar el país.
Durante sus tradicionales sermones de los viernes, el también predicador de la Gran Mezquita de los Omeyas criticaba con dureza la violencia de las bandas armadas, al igual que a los gobiernos de Occidente y Medio Oriente que las financian.
Vía Prensa Latina