
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha intensificado su retórica incendiaria contra el recién electo presidente de Chile, José Antonio Kast, reiterando la acusación de «nazi» y «fascista puro» apenas un día después de que el Gobierno chileno presentara una formal carta de protesta por sus «inaceptables» declaraciones.
La controversia escaló tras la victoria electoral de Kast el pasado domingo 14 de diciembre. Pese a la evidente tensión diplomática generada, el mandatario colombiano, ideológicamente opuesto a Kast y aliado del saliente presidente Gabriel Boric, utilizó la red social X para duplicar sus críticas, elevando el tono del enfrentamiento binacional.
«Lo que ha ganado en Chile no es la derecha, no se confundan, lo que ha ganado es la extrema derecha que en Latinoamérica, es simple y puro fascismo. Son nazis y no solo franquistas y desatan, y no se arrepienten, genocidios», sentenció Petro en su perfil oficial.
Alegatos de miedo, mentira y conexiones oscuras
Petro no se limitó a las etiquetas históricas, sino que profundizó en la metodología política que, a su juicio, define a la extrema derecha chilena. Argumentó que el fascismo en la región se basa en la manipulación y la violencia encubierta.
«Su instrumento no es solo el miedo, por eso colocan bombas ellos mismos y los narcotraficantes les ayudan», afirmó el líder colombiano. La audacia de estas acusaciones, que sugieren vínculos con el crimen organizado y autoatentados, marca un nuevo y peligroso nivel en el cruce de declaraciones entre dos jefes de Estado.
Además, Petro hizo una referencia directa al aparato de propaganda del Tercer Reich: «Es miedo su método político pero también la mentira. Aprendieron de [Joseph] Goebbels a mentir permanentemente para que la sociedad les crea», en alusión al ministro de propaganda de Adolf Hitler.
Rechazo diplomático de La Moneda
Estas nuevas declaraciones se producen justo después de la enérgica reacción diplomática desde Santiago. El Gobierno chileno informó que había entregado una misiva al embajador de Colombia en el país, expresando su profundo malestar por la injerencia de Petro.
Según fuentes del Ejecutivo chileno, los dichos del presidente colombiano «constituyen una falta de respeto y una intromisión impropia en asuntos de política interna». La protesta subraya que los comentarios no solo denigran al presidente electo Kast, un abogado ultracatólico de 59 años y defensor de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), sino que también «denostan la decisión soberana del pueblo de Chile y a la solidez democrática de nuestras instituciones».
Llamada a la resistencia bolivariana
El discurso de Petro ha estado cargado de simbolismo y llamados a la acción desde la noche de la elección chilena, que Kast ganó con el 58,17 % de los votos, superando a la candidata de izquierda, Jeannette Jara, que obtuvo el 41,83 %.
Petro advirtió el domingo que en América Latina «vienen los vientos de la muerte» y exhortó a los países de la antigua Gran Colombia a «resistir con la espada de Bolívar en alto».
En una de sus publicaciones más personales e hirientes, el presidente colombiano arremetió directamente contra el pasado familiar de Kast. «El fascismo avanza, jamás le daré la mano a un nazi y a un hijo de nazi, tampoco; son la muerte en ser humano… elegidos o no, son hijos de Hitler y Hitler mata los pueblos», escribió Petro, haciendo referencia al pasado nazi del padre de José Antonio Kast, tema que ha sido históricamente sensible en el debate político chileno.
Kast se convierte así en el primer dirigente abiertamente pinochetista en alcanzar la presidencia desde el retorno a la democracia, marcando una profunda fractura ideológica en el mapa político suramericano y poniendo a prueba la relación diplomática entre Bogotá y Santiago.
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