
La ciudad de Anchorage en Alaska se convirtió en el epicentro de una vibrante manifestación esta semana, coincidiendo con la llegada del presidente ruso Vladímir Putin para una cumbre con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Cientos de personas salieron a las calles para protestar contra la presencia de ambos líderes, en un evento marcado por una fuerte solidaridad con Ucrania.
La protesta, que se estima atrajo a unas 500 personas según fuentes que dialogaron con la agencia EFE, fue descrita como la “mayor que hemos visto hasta ahora” por la activista Marie Allen Lambert. Los manifestantes, que portaban banderas ucranianas, girasoles y pancartas, expresaron su rechazo de forma contundente.
«No debería estar aquí», declaró Rachel Coney, una de las participantes, en referencia a Putin. Los mensajes en los carteles reflejaban la indignación de la comunidad, con frases como: “No queremos criminales de guerra en Alaska, ni felones en la Casa Blanca” y “Alaska está con Ucrania”. La protesta también incluyó críticas directas a Trump, con un cartel que leía: “No se merece un Nobel de la Paz”.
Este encuentro de alto nivel, el primero entre Putin y Trump desde el inicio del conflicto en Ucrania, generó una plataforma para que activistas locales y nacionales expresaran su desaprobación de manera clara y directa. La manifestación en Anchorage no solo fue una muestra de rechazo a la visita, sino también un poderoso acto de apoyo a las víctimas de la guerra.
Vía EFE/Diario República.com



