
HEn una de las mayores operaciones de su tipo, agentes de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) detuvieron a 475 inmigrantes en la planta de vehículos eléctricos de Hyundai. La redada, ejecutada este jueves, se centró en la obra de una fábrica de baterías adyacente, un proyecto valorado en 7,600 millones de dólares. La mayoría de los detenidos son de Corea del Sur.
La operación responde a una investigación de meses sobre presuntas prácticas laborales ilegales y violaciones de visas. Steven Schrank, agente especial del HSI en Atlanta, señaló que el objetivo es proteger los empleos para los ciudadanos estadounidenses. Hyundai, por su parte, aclaró que los detenidos no eran sus empleados directos, sino trabajadores de subcontratistas.
LG Energy Solution, socio de la empresa en el proyecto de baterías, también está revisando si sus trabajadores se vieron afectados por la redada.
Preocupación de Corea del Sur y repercusiones diplomáticas
El gobierno de Corea del Sur expresó su “preocupación y pesar” por la redada. Diplomáticos de Seúl en Washington y Atlanta fueron enviados para ofrecer asistencia a los detenidos, una gran parte de los cuales son ciudadanos surcoreanos. Lee Jaewoong, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, enfatizó que no se deben vulnerar los derechos de las empresas y ciudadanos surcoreanos.
Esta acción ha generado tensiones entre Estados Unidos y Corea del Sur, dos aliados clave. La redada ocurre en un momento de intensas relaciones comerciales y millonarias inversiones surcoreanas en EE. UU.
Hasta el momento, no se han presentado cargos penales, pero las investigaciones continúan. Algunos de los detenidos podrían enfrentar audiencias de fianza o procesos de deportación. La situación sigue en desarrollo y podría tener repercusiones económicas y diplomáticas.
Vía Punto de Corte/Diario República.com



