
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ratificó este domingo 30 de noviembre que la suspensión de las decisiones sobre solicitudes de asilo impuesta recientemente se mantendrá por «mucho tiempo». La medida, parte de un esfuerzo por «frenar» la inmigración de lo que la administración califica como «países del tercer mundo» tras el tiroteo en Washington D.C., subraya una postura de cero tolerancia.
El mandatario, que se negó a establecer un límite de tiempo para la medida, confirmó la vigencia del aplazamiento impuesto el pasado viernes 28 por el Servicio de Inmigración y Ciudadanía (USCIS). Esta suspensión afecta a miles de personas que esperan una determinación de asilo por parte de la agencia, aunque no incide en los casos gestionados directamente por los tribunales de inmigración.
Restricciones como Respuesta al Ataque de Washington
La suspensión de asilo es una de varias acciones implementadas por la Administración Trump tras el ataque del miércoles 26, donde un ciudadano afgano presuntamente disparó contra la Guardia Nacional, resultando en una agente fallecida y otro en estado crítico.
Trump ya había ordenado interrumpir de «forma permanente» la migración de extranjeros provenientes de 19 países considerados de «preocupación».
En este contexto, el presidente fue explícito al justificar la necesidad de estas restricciones, indicando que la lista de países podría crecer. “Posiblemente [habrá] más países incluidos,” advirtió.
“Son países con altos índices de criminalidad. Son países que no funcionan bien… que no destacan por su éxito y, francamente, no necesitamos que su gente venga a nuestro país a decirnos qué hacer,” sentenció Trump, agregando: «no queremos a esas personas.»
La “Revisión Rigurosa” y el Caso del Sospechoso
Previamente, el jueves 27, USCIS anunció una «revisión rigurosa» de las tarjetas de residente (green cards) de migrantes procedentes de 19 países, entre ellos Afganistán, Cuba, Venezuela y Haití.
La urgencia de las medidas se disparó tras el tiroteo. El sospechoso, Rahmanullah Lakanwal, de 29 años, había formado parte de una unidad militar respaldada por la CIA en Afganistán y fue trasladado a EE. UU. en 2021 bajo el programa “Operation Allies Welcome” tras la retirada de las tropas.
La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, reforzó la narrativa oficial, al declarar a NBC News este domingo 30 que el sospechoso se radicalizó «desde que llegó a este país.» Trump, minutos después del ataque, ya había culpado a las políticas migratorias de su predecesor, Joe Biden, por el ingreso del presunto responsable.
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