En una contundente entrevista telefónica concedida a la cadena NBC News, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, elevó el tono de la confrontación diplomática al afirmar que la posibilidad de una guerra contra Venezuela está sobre la mesa.
«No lo descarto, no», sentenció el mandatario republicano la noche de este jueves, en declaraciones publicadas este viernes 19, dejando claro que su administración no ha fijado límites en su estrategia para abordar la crisis en el país suramericano.
🚩 Un mensaje críptico para Nicolás Maduro
Durante la conversación con las periodistas Kristen Welker y Amanda Terkel, Trump evitó confirmar explícitamente si el derrocamiento de Nicolás Maduro es el objetivo final de su despliegue militar en el Caribe. Sin embargo, lanzó una advertencia personal dirigida al líder chavista:
«Él sabe exactamente lo que quiero. Él lo sabe mejor que nadie», aseguró el presidente, sugiriendo la existencia de demandas claras que Caracas aún no ha atendido.
⚓ Persistencia del Bloqueo y Nuevas Incautaciones
Al ser consultado sobre si los recientes ataques a embarcaciones en el Pacífico y el bloqueo naval podrían desembocar en un conflicto armado a gran escala, Trump se limitó a decir que «no discute eso», pero ratificó que la presión marítima no solo continuará, sino que se intensificará.
El mandatario garantizó que habrá incautaciones adicionales de buques petroleros vinculados a la administración venezolana, enviando una advertencia a los armadores y tripulaciones:
Advertencia logística: «Si son lo suficientemente tontos como para seguir navegando por ahí, terminarán navegando de regreso a uno de nuestros puertos».
Estado de alerta: La Casa Blanca mantiene su postura de que cualquier activo energético que considere «robado» o vinculado a sanciones será desviado a territorio estadounidense.
⚖️ Incertidumbre Regional
Esta declaración se produce en un contexto de máxima fricción, tras meses de despliegue aeronaval bajo la premisa de la lucha contra el narcotráfico, una operación que ahora Trump vincula directamente con la posibilidad de una guerra. Mientras la comunidad internacional observa con cautela, las palabras del mandatario refuerzan la percepción de que la región atraviesa su momento de mayor inestabilidad bélica en décadas.
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