
El Gobierno de la República Popular China manifestó firmemente su oposición al uso de la fuerza y a la injerencia externa en los asuntos de Venezuela, en un claro pronunciamiento sobre el reciente despliegue naval de Estados Unidos en el mar Caribe. La Cancillería china instó a Washington a cesar sus acciones para prevenir una escalada de tensiones en la región.
En declaraciones emitidas este miércoles, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores chino, Guo Jiakun, enfatizó la necesidad de que «Estados Unidos debe detener de inmediato las acciones correspondientes». Beijing sostiene que América Latina y el Caribe deben permanecer como una zona de paz y estabilidad, en apego a los principios fundamentales de la Carta de las Naciones Unidas.
Esta postura se da en el contexto del despliegue de una significativa fuerza naval estadounidense, que incluye buques de guerra, aeronaves, drones y un submarino nuclear en aguas caribeñas. Aunque Washington ha justificado la operación como una misión contra el narcotráfico, el Gobierno venezolano y otros actores la perciben como una amenaza directa.
Previamente, la vocera de la Cancillería china, Mao Ning, había expresado la oposición de su país a cualquier acto que atente contra la soberanía y seguridad de otras naciones, haciendo un llamado a la administración estadounidense a «hacer más por el bien de América Latina y el Caribe, en lugar de socavar su estabilidad».
Respuesta contundente de Venezuela
En respuesta a las maniobras militares, el ministro para la Defensa de Venezuela, General en Jefe Vladimir Padrino López, calificó el despliegue estadounidense como una «amenaza seria» para la nación. Desde el estado La Guaira, en el marco de la «Operación Independencia 200», el ministro aseguró que el país se prepara para cualquier eventualidad.
«Se trata de un despliegue multimillonario en el mar Caribe con buques, aeronaves y drones», advirtió Padrino López, subrayando que no se trata de una «acción panfletaria» sino de un movimiento que requiere una respuesta firme para la defensa del país.
Como medida disuasoria y de preparación, el presidente Nicolás Maduro ordenó la activación de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) a lo largo de la costa del país. El «Plan Independencia 200» contempla la ejecución de acciones en 284 frentes a lo largo del litoral central, con el objetivo de reforzar la protección del territorio ante lo que consideran una provocación extranjera.
El Gobierno chino ha mantenido consistentemente en diversos foros internacionales su defensa del principio de no injerencia y el respeto a la soberanía de los Estados, abogando por la resolución de disputas a través del diálogo y la cooperación, en lugar de la confrontación militar.
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