Los cancilleres y delegados de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) acordaron este viernes en la noche rechazar “la iniciativa legislativa que persigue imponer sanciones unilaterales a funcionarios del Estado venezolano, lo cual vulnera el principio de no intervención en los asuntos internos de otros Estados, afecta negativamente el diálogo y es un obstáculo para que el pueblo venezolano pueda superar sus dificultades con independencia, en paz y democracia”.
De acuerdo al comunicado aprobado, los ministros, reunidos en Galápagos, destacan “la contribución constructiva de Unasur para fomentar un contexto positivo de diálogo y comunicación entre todos los sectores involucrados”.
“Reitera Unasur la preocupación por actuaciones que pudieran interferir negativamente en el desarrollo de este proceso de diálogo, generando dificultades para alcanzar los objetivos de paz y estabilidad democrática a los que Unasur aspira… Reafirma su convicción de que el diálogo que se está desarrollando entre el Gobierno y sectores de la oposición es prioritario y necesario”, reza el texto.
Crítica. Antes, el canciller Elías Jaua presentó a sus homólogos la denuncia formal contra el gobierno de Estados Unidos por injerencia en los asuntos internos de Venezuela. “El Gobierno y el Senado de los EEUU, haciendo alarde de su pretendida hegemonía, ha venido incumpliendo sistemáticamente con la obligación internacional de la no injerencia en los asuntos internos de Venezuela, al desarrollar toda una línea de acciones de carácter declarativo y legislativo… y; amenazar con establecer una legislación que sanciona unilateralmente al Estado”, señaló según la Cancillería.
Para el Ejecutivo la legislación “no es otra cosa sino un mecanismo de coacción” cuyo fin es “continuar con el financiamiento a la oposición… asignándoles $15 millones “en nuevo financiamiento”, (para) atentar contra el Gobierno de Maduro”.
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