
El movimiento islamista pide la retirada total de las fuerzas israelíes y garantías de cumplimiento. A pesar del optimismo inicial, Qatar, mediador clave, advierte que quedan «muchos detalles» por cerrar.
Las negociaciones indirectas en Egipto entre Israel y Hamás para implementar el plan de paz en Gaza propuesto por Donald Trump han chocado con la desconfianza mutua, a pesar de que el Secretario de Estado de EE. UU., Marco Rubio, reportara un consenso inicial del 90%.
Hamás ha advertido que las negociaciones podrían alargarse y ha condicionado la entrega de rehenes a garantías firmes de que se cumplirán sus exigencias.
Las condiciones de Hamás y la intervención de Trump
Según un dirigente del grupo, Fawzi Barhum, Hamás exige:
Un «alto el fuego permanente y completo».
«Retirada total» de las fuerzas israelíes de Gaza.
El inicio «inmediato» de la reconstrucción y el retorno de los desplazados a sus hogares.
La prioridad, subrayó Barhum, es el «cese inmediato de la agresión y el genocidio contra Gaza». Además, diversas facciones palestinas han reafirmado su postura de «resistencia» y han advertido que «nadie tiene el derecho de ceder las armas del pueblo palestino» mientras persista la ocupación.
Poco después, el presidente de EE. UU., Donald Trump, respondió a las demandas señalando que hará «todo lo posible para asegurarse de que todos respeten el acuerdo» si este se concreta. El mandatario, quien ve «la posibilidad de que haya paz en Oriente Próximo», ha confirmado la participación de su enviado especial, Steve Witkoff, y su yerno y asesor, Jared Kushner, en las conversaciones.
La duda de los mediadores
El optimismo que rodea el plan de 20 puntos de Trump ha sido moderado por Qatar, uno de los tres mediadores junto a EE. UU. y Egipto. El portavoz del Ministerio de Exteriores catarí, Mayed al Ansari, admitió que la diferencia está en «muchos detalles» cruciales como:
La entrega de los rehenes.
La liberación de presos palestinos.
La entrada de ayuda humanitaria.
El primer ministro de Qatar, Mohamed bin Abdulrahman Al Thani, viajará a Egipto para sumarse al diálogo, lo que subraya la seriedad de la situación. El obstáculo principal, según Al Ansari, radica en la «aplicación» del plan, es decir, evitar que se convierta en un acuerdo temporal donde Hamás entregue los rehenes y la tregua posterior se diluya.
Vía El País/Diario República.com



