
El gobierno del presidente Nicolás Maduro elevó una formal y enérgica denuncia ante la alianza OPEP+ durante la segunda conferencia ministerial de 2025, señalando que el despliegue militar de Estados Unidos en la cuenca del Caribe, oficialmente justificado como una operación antinarcóticos, encubre una intención real de apropiación de las vastas reservas petroleras de Venezuela.
La acusación fue presentada este domingo a través de una misiva firmada por el jefe de Estado y circulada por la vicepresidenta Ejecutiva, Delcy Rodríguez. En el documento, el Ejecutivo venezolano sostiene que Washington persigue la meta de «apropiarse de los recursos energéticos» del país «mediante el uso de fuerza militar letal contra el territorio, el pueblo y las instituciones.»
Alerta sobre la Estabilidad Energética Global
El escrito enfatiza que tales movimientos militares y estratégicos representan una grave violación de las normas de convivencia pacífica internacional y, crucialmente, amenazan directamente la estabilidad de la producción petrolera venezolana y, por extensión, la balanza del mercado energético mundial.
La comunicación insta al secretario general de la OPEP, Haitham Al Ghais, y a los países miembros de la OPEP+ a tomar acción inmediata para detener lo que Caracas describe como una «creciente agresión».
La misiva subraya que esta escalada podría tener un impacto desestabilizador tanto para las naciones productoras como para los países consumidores de energía.
«Venezuela defenderá sus recursos naturales sin ceder ante chantajes ni amenazas,» afirma la misiva, reafirmando la postura innegociable del país respecto a su soberanía sobre sus recursos.
La denuncia busca movilizar el apoyo diplomático dentro del foro petrolero para contrarrestar la percibida amenaza militar y proteger la integridad de la infraestructura energética venezolana.
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