El Jardín Botánico de Maracaibo, que hoy será reinaugurado a las 9:00 am para el disfrute de la colectividad desde mañana domingo, quedará bajo el mantenimiento de la comuna Corazón de mi Patria, conformada por 19 consejos comunales y cuatro comunidades organizadas que fueron capacitadas y que, además, desarrollarán proyectos en el vivero.
Luz Esther Sánchez, coordinadora del Centro de Estudios Botánicos Agroforestales, expresó la necesidad de integrar a las comunidades para que el proyecto de rescate se consolide.
“Nuestra propuesta es trabajar de la mano con la comunidad. En la parte de investigación hemos detectado que si no estás de aliado con la gente que está toda la vida en un sector y conoce toda la dinámica, difícilmente puedes desarrollar el trabajo”, destacó Sánchez.
Agregó: “Esta gente tiene diferentes generaciones aquí, conoce cuándo llueve y cuando hay sequía. Todos tienen un vínculo con la tierra y tiene un manejo nato con la vegetación”.
La idea que se planteó desde el momento en que comienza el rescate de este pulmón vegetal es que cada comunidad adopte un área del jardín y se encargue de su mantenimiento.
“Los que adoptaron el crassuletum, se encargan del mantenimiento y propagación de esta área, previa capacitación, y así vinculamos directamente a la recuperación de la parte vegetativa del jardín a la comunidad para que empiece a darse el sentido de pertenencia.
En el área del vivero que ya empezaron a organizar, las comunidades desarrollarán tres proyectos. Uno de plantas aromáticas, otro de plantas medicinales y otro de cultivo de hortalizas para el consumo, informó la socióloga Patricia Sotelo, encargada del trabajo en los vecinos haciendo educación ambiental.
María Gutiérrez, miembro del consejo comunal San Benito 2, de la parroquia Marcial Hernández, mostró su entusiasmo por trabajar en el proyecto del cultivo de las hortalizas. “La cosecha será llevada a la escuela San Benito, de mi comunidad, para enseñarles a los alumnos a preparar los platos típicos de nuestra región y que además conozcan cuáles son los beneficios de consumir productos cultivados sin procesos químicos”, detalló la vecina.
La información sobre el parque y las especies que allí se dan también estará a cargo de la comuna, luego de la capacitación como guía. Pedro Rodríguez forma parte de este grupo e invitó a la colectividad a cuidar de las especies. “Los visitantes pueden disfrutar de plantas locales y plantas traídas de otros continentes”.
Otro de los proyectos que se tiene con el vivero es la reactivación de la escuela de horticultura. Carla Urbina, una de las arquitectas que desarrolló el plan de rescate del jardín, informó que se darán cursos para brindarle a la gente la parte técnica especializada. “El jardín no se hace solo, se hace con la gente. Desde el momento que se generó la idea de crear este espacio se propuso la escuela de horticultura, comenzar los cursos para su capacitación”, dijo Urbina.
“Este es el corazón vegetal del Jardín Botánico. Hay especies que son de difícil propagación, especies que están abortando. Desde el Ivic daremos un apoyo para que no tengan que contratar personal, sino que los fondos que entren aquí sean para su mantenimiento y al mismo tiempo hagamos ciencia”, acotó Sánchez.
En la parte terapéutica también tienen trazados algunos programas que ayuden a las personas con adicciones, inculcando la cultura de de la contemplación del jardín.
Crear una especie de universidad rural que integra el saber y la ciencia, es una de las ambiciones del Ivic. Un espacio donde puedan conseguir respuestas a muchas enfermedades que padece la población.
Tomado de Panorama