
Durante dos décadas Tamara Samsonova, una mujer rusa de 68 años, que pudo escaparse de la justicia al no lograr que descubrieran que había decapitado a 11 personas, cuyos cuerpos nunca fueron encontrados en su totalidad, por lo que se cree que además de matarlos, se los comió, según informan las autoridades del país europeo.
La mujer que ahora es llamada como «La Abuela Destripadora» escribió sus crímenes detalladamente en unos diarios en ruso, ingles y alemán, donde incluyó detalles astrológicos y de magia negra, por lo que no se descarta algún rito satánico o algo similar. En sus narraciones contó como desmembró los cuerpos cortando brazos y las piernas, por lo puede ser considerada una de las mujeres más crueles que ha existido en el país europeo.
Entre los fallecidos podría estar su esposo, ya que fue reportado como desaparecido desde el 2005. Como también, la propia «Abuela Destripadora” confiesa haber matado a un inquilino, a quien cortó en pedazos en el baño con un cuchillo, metió las piezas en bolsas de plástico y luego las distribuyó en diferentes partes del distrito Frunzensky. Además de otros casos sin resolver, donde solo fueron encontrados partes del cuerpo, sin posibilidad de identificar a quienes pertenecía.
La sexagenaria pudo ser capturada la semana pasada, cuando un sistema de seguridad cerca de su casa en San Petersburgo, capturó en imagenes como envolvía en una bolsa negra a su nueva víctima.
Luego de ser arrestada Samsonova no mostró ningún temor por su destino, ya que estaba consciente de que tarde o temprano sabrían de sus delitos, así lo dijo a los medios “Sabía que vendrían, es una gran desgracia para mí, ahora toda la ciudad lo va a saber”.
Redacción www.diariorepublica.com
Con información de Daily Mail.




