La ciudad de Río de janeiro se despertó este martes bajo el ensordecedor ruido de un megaoperativo policial que desató una jornada de guerra urbana y dejó un saldo estremecedor de víctimas. La acción, dirigida contra el Comando vermelho (CV), una de las organizaciones criminales más poderosas de Brasil, se centró en los complejos de favelas de Alemão y Penha, al norte de la capital carioca.
La operación: desde las primeras horas del día, las fuerzas de seguridad irrumpieron en las densamente pobladas barriadas con un despliegue de helicópteros blindados, vehículos militares y drones, buscando desarticular la cúpula de la facción y su capacidad logística. Los enfrentamientos se extendieron durante todo el día, paralizando el tráfico y obligando a la suspensión de clases y servicios en las zonas aledañas.
El balance de la jornada: al cierre del operativo, el número de bajas es uno de los más altos registrados en la historia reciente de Río de Janeiro:
64 personas fallecidas (entre ellas, presuntos criminales y víctimas civiles, según los primeros reportes).
Cuatro agentes de policía perdieron la vida en el cumplimiento de su deber.
Más de 80 personas fueron detenidas y se incautó un vasto arsenal de armas y drogas.
Este operativo se enmarca en la creciente lucha del Estado de río de janeiro contra la expansión territorial del Comando vermelho y subraya la escalada de violencia que sufren las favelas, donde las operaciones policiales a menudo resultan en un alto costo humano.
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