María Reyes, la estudiante de Artes Plásticas de la Universidad del Zulia, lleva ya nueve días de desaparecida y la búsqueda por encontrar a la joven no descansa. Las autoridades policiales mantienen sus investigaciones. Siguen las averiguaciones, los rastreos, interrogatorios y allanamientos en el territorio marabino.
“La policía nos dice que tienen algunos avances, pero queremos saber dónde está María, ya ha pasado mucho tiempo y todavía no la hemos encontrado”, dijo Morelis González, profesora de la Facultad Experimental de Artes (Feda) de LUZ.
El Consejo Universitario se pronunció el miércoles, solicitando a los organismos de seguridad no cesen las averiguaciones.
Funcionarios policiales aseguran que “las investigaciones han dado sus resultados, pero hay que tener paciencia para poder resolver el caso”.
María Gracia salió de su casa, en el Barrio Estrella del Sur —San Francisco— el jueves 1 de marzo. Se dirigía a la Feda, donde estudia artes plásticas. Pero antes del mediodía le comentó a sus compañeros que asistiría a una supuesta entrevista de trabajo.
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Un amigo de la estudiante contó que ella le había pedido que lo acompañara. Él le dijo que no podía, pero almorzaron juntos y, luego, ella se fue a la entrevista.
Rumbo al centro, donde era la cita, a María “se la tragó la tierra”. Nadie supo más de su paradero.
Sus familiares señalaron a un árabe de haberse comunicado previamente conla estudiante. Judith Sanjuan, madre de María, contó: “Mi hija hablaba con el árabe desde el año pasado. Le había ofrecido trabajo”.
Según las declaraciones de la madre de María, el árabe había estado buscando a una mujer que “cuidara a su hijo”. Pero su hijo es un joven de 19 años.
“Inicialmente fue otra muchacha conocida de la familia, pero el árabe le dijo que no continuara y siguió buscando”, explicó Judith. Luego encontró a María, pero ella se negó al trabajo desde el primer día. Sin embargo, siguió en contacto con ellos.
En febrero, María le comentó a su mamá que el árabe se había comunicado con ella, pero no dio detalles.
El rastreo del celular de María la ubica, el jueves de su desaparición, en el Malecón. Desde ahí no se supo más sobre ella.
Vía Panorama
Fotografía: Cortesía
