El asesinato de una mujer y su hijo mantiene conmocionada a Nicaragua, un país que, contrario a sus vecinos centroamericanos, no suele padecer este tipo de violencia.
Según la versión policial, la abogada Verónica Cruz y su pareja, Maynor Ponce Urbina, confesaron el doble crimen, aunque su equipo defensor señaló a medios de prensa de Managua que sus clientes no han admitido culpabilidad.
De acuerdo con la información oficial, el miércoles pasado Yolanda Jiménez y sus dos hijos acudieron al despacho de Cruz para resolver el problema de una propiedad hipotecada a un cliente de Cruz de la que esta actuaba como apoderada, ya que se encuentra preso.
Tras golpearlos hasta dejarlos inconscientes, Cruz y Ponce metieron a Jiménez y sus hijos en un auto y los llevaron a una zona a las afueras de Managua donde los ajusticiaron con un tiro en la cabeza.
El menor, Samuel, sobrevivió porque el disparo no lo alcanzó en el cráneo sino en la garganta y simuló estar muerto.
La hipótesis policial señala que la intención de la abogada era quedarse con los US$13.000 que debía entregar a Jiménez, viuda de Wilfredo Barraza, un narcotraficante convicto que en 2010 fue asesinado por un grupo rival.
La idea era que el asesinato de Yolanda Jiménez y sus hijos pareciera otra venganza de narcotraficantes.
Vía BBC