Aún está en Guatire. Entre los muros de la cárcel de El Rodeo II, el colombiano Juan Carlos Sánchez Latorre, apodado ‘El Lobo Feroz’ espera que el acuerdo entre Venezuela y Colombia logre que sea trasladado a su país. Allá se le juzga por abuso sexual a menores.
El diario El Heraldo de Barranquilla publicó un reportaje en el que asegura que fuentes de la Fiscalía de ese país explicaron que “la extradición está en las manos de Venezuela”.
“Ya se surtieron todos los trámites de rigor”, explicó la fuente de la Fiscalía, para que se haga efectivo el envío del sindicado, y que son las autoridades venezolanas las que deben informar el momento del traslado para que Bogotá disponga el operativo de recibimiento”, agregó. Ese último paso no se ha cubierto.
También explica el diario del departamento del Atlántico que “una fuente del Ministerio de Servicios Penitenciarios (MSP) dijo que esta dependencia había pasado a la Interpol la orden ‘para que fueran a recoger al preso”.
Según el mismo reporte de El Heraldo, el MSP “estaba a la espera por parte del gobierno colombiano para que manden una comisión a buscarlo donde él se encuentra recluido”.
La responsabilidad por la ejecución de la orden del máximo tribunal de Venezuela —por solicitud del gobierno de Colombia— es la ‘papa caliente’. “Unos y otros se señalan como responsables”, afirma el diario.
La extradición de Sánchez Latorre es un trámite binacional que fue autorizado por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) a principios de junio. La ponencia es del magistrado —y presidente del máximo tribunal—, Maikel Moreno.
Sánchez Latorre fue capturado en Maracaibo, en diciembre de 2017, en el marco de una investigación que permitió ubicarlo.
Se le procesa por el abuso sexual (documentado por él mismo) de, al menos, 276 niños y adolescentes que fueron grabados en video.
Las macabras piezas audiovisuales eran enviadas a México. Desde allá comenzó la investigación y el seguimiento hasta que se logró la captura de Héctor Manuel Farías López. Ese cómplice allá le escribía a Latorre y viceversa. Hablaban de dinero, de dólares, y se daban detalles ‘escabrosos’ de sus modus operandi.
Barranquilla, Soledad y Maicao son algunos de los sitios donde atacó el ‘Lobo Feroz’, un apodo que él mismo se inventó para comunicarse con su compinche en México.
Procesado en Colombia por un primer caso, pero liberado por tecnicismos, Sánchez Latorre atravesó la frontera y se asentó en Maracaibo. Interpol lo localizó en diciembre y lo capturó. Permanece en Caracas.
Vía Panorama/Diario República
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