

La familia de Brenyer Enrique Bracho Palmar aún está sorprendida por las extrañas circunstancias en la que murió el pequeño de 11 años, el pasado lunes 4 de julio.
El estudiante de quinto grado murió quemado dentro de un salón de depósito del colegio Mario Abreu, en el barrio 12 de Octubre, en Cañada Honda, a dos cuadras de su vivienda. Presuntamente estaba robando.
“No sabemos por qué él estaba dentro del colegio. Brenyer salió a buscar a su mamá a casa de una tía, a las 8:30 pm. Cuando la madre regresó no lo encontró y allí comenzó la angustia. Él nunca tuvo malas juntas. Era un niño sano. Queremos que investiguen qué pasó”, afirmó su tía, Jenny Ferrer.
Un pariente acotó que, cuando encontraron el cuerpo, el niño tenía cubierta la nariz con el cuello de su franela: “Hubo un cortocircuito y una colchoneta que estaba en el depósito se prendió fuego. Brenyer quedó atrapado y murió. Tenía quemaduras de tercer grado en todo el cuerpo”.
Los familiares presumen que “un adulto lo indujo a robar. Lo usó para que entrara por el pequeño hueco y cuando comenzó el fuego lo abandonó. Él jamás robó”.
Su maestra, Anahís Piña, lo describió como un niño alegre, amistoso, humilde, aplicado y servicial. “Él a veces faltaba al colegio, pero era para ayudar a su mamá con sus otros cuatro hermanos menores. Estoy impactada”. El escolar fue sepultado, ayer, en el cementerio El Edén.
Vía Panorama/www.diariorepublica.com



