El asesinato de la abogada Yenny Coromoto Medina Oliveros (39), definitivamente no tuvo que ver por un asunto pasional y por lo contrario el crimen, ocurrido la noche del pasado siete de octubre, tuvo que ver con una venganza en su contra.
Las investigaciones que hasta ahora ha realizado la División de Homicidios del CICPC-Zulia han sido efectivas y el caso está casi resuelto. Sobre Kendry Saúl Villasmil Durán (21), el taxista de la línea Dalmatas que murió de un balazo en la cabeza junto a la abogada y madre de cinco hijos, se supo que su único pecado fue hacerle la carrerita a Yenny Coromoto esa noche.
Fue una trampa la que le tendieron a esta mujer quien se desempeñaba como secretaria en la alcaldía de San Francisco. La noche del siete de octubre le dijo a su esposo Roger Velásquez, un oficial de la PNB, que iba a salir en busca de un medicamente en un farmacia en la avenida 25 del Manzanillo para uno de los dos hijos que la pareja tenía en su relación de cinco años.
Medina Oliveros vivía con su marido en Sierra Maestra pero esa noche se encontraba en casa de sus padres en el sector Bolivariano del Manzanillo, cerca de la autopista uno.
En efecto, la dama iba a encontrarse con alguien y este a la postre se convertiría en su asesino. Por ello fue que le solicitó al operador de la línea de taxis que le enviara un auto con vidrios ahumados. Por ahora se desconoce quién es el sujeto pero trascendió que era conocido de Yenny. El misterioso hombre había planificado matar a la abogada para vengarse de algo que esta le había hecho pero por ahora se desconocen los detalles.
Los investigadores del CICPC parecer estar cerca del homicida y ya han realizado varios allanamientos.
Este doble homicidio fue ejecutado a sangre fría en una trilla cercana al complejo campestre Okinawa, en el tramo que va del sector Los Dulces hacia el kilómetro 18 de la vía a Perijá. Allí fueron encontrados la mañana del ocho de octubre Yenny Medina, con cuatro impactos de bala en la cabeza y Kendry Vilalsmil, con un balazo. Este joven residía en el mismo sector Bolivariano de El Manzanillo y trabajaba en su auto Ford Del Rey para mantener sus estudios de ingeniería mecánica que realizaba en la Unerb. Su vehículo fue encontrado la mañana siguiente abandonado en el estacionamiento de residencias Coromotico de San Francisco y en su interior se encontraban algunos documentos de la víctima.
Se espera que de un momento a otro se practiquen algunas detenciones en torno a este doble asesinato que hasta ahora mantenía a un gran parte de la población sureña y marabina envuelta en un mar de intrigas.
Vía Noticia al Día / www.diariorepublica.com