La calma que reinaba en el barrio La Polar, en San Francisco, se esfumó. A las 11:10 de la mañana de ayer, una explosión causada por unas bombonas de gas doméstico hizo que el pánico corriera como pólvora.
Negligencia al manipular los cilindros fue el detonante para que el incendio devorara el comercio Estantería El Cañadero, ubicado en la calle 184 del barrio La Polar, donde venden gas doméstico desde hace 30 años.
Los gritos de terror del propietario y su familia retumbaban en los negocios cercanos para tratar de sofocar el fuego que alcanzó cuatro metros de alto y rescatar a los cuatro hombres que quedaron envueltos en llamas.
Al parecer, el siniestro comenzó cuando “empleados de Tony Gas estaban descargando los cilindros en el frente del negocio, que funciona en el garaje de la casa de mis padres, y uno de ellos lanzó una bombona que no tenía seguro, a la que se le partió la boquilla y salió como un torpedo hacia mi camioneta que estaba estacionada en el local y comenzó el incendio”, narró, angustiado, Ismael Portillo, propietario del comercio, quien aún estaba incrédulo ante los daños que causó el fuego.
Las otras 35 bombonas que estaban en el lugar comenzaron a incendiarse y a estallar, causando alarma en el sector. Todos corrían despavoridos en busca de un refugio. Mientras tanto, dos adultos mayores y un joven gritaban desesperadamente para que los sacaran de la vivienda donde funcionaba el local. El humo no les permitía ver y los estaba asfixiando.
Pensaron que eran sus últimos minutos de vida.
Los Bomberos del Sur llegaron de inmediato y pudieron controlar las llamas tanto del establecimiento, como del camión despachador. El comandante del cuerpo bomberil, Jhon Bravo, informó que los cuatro heridos son José Portillo, hermano del propietario; Anthony Núñez, conductor de Tony Gas; Brinolfo Enrique Gotera, comerciante vecino; y el ayudante de la empresa distribuidora, “quien se fugó”.
Bravo detalló que “todos presentaron quemaduras de segundo grado y fueron trasladados hasta el Hospital Coromoto. Portillo presentó lesiones en caso un 35% de su cuerpo, pero Gotera se encuentra en estado crítico”.
Las bombonas salieron “volando” y generaron terror en los residentes como José Machado: “Vivo a cinco cuadras de la estantería y salí a ver qué pasaba, vi que unpedazo de bombona estaba volando y venía directo hacia mí. Cayó en la cocina de mi casa y tumbó el techo de zinc. Mi familia corrió. Fue una película de terror”.
La camioneta Chevrolet Dimax, año 2006, de doble cabina, placas A79A165, quedó calcina, al igual que tres acondicionadores de aire y el techo de la vivienda donde funcionaba la venta de bombonas. Un pavo y tres loros tampoco corrieron con suerte, murieron quemados. El calor de las llamas derritió uno tanque de agua.
“Aún me parece increíble que esto haya pasado. Todo un esfuerzo familiar se destruyó en minutos. Solo la camioneta estaba valorada en Bs. 8 millones de bolívares”, se lamentó Portillo con las manos en la cabeza.
Vía Panorama/www.diariorepublica.com