Cosas que a uno le pasan por la cabeza: grabáis un videoclip con una culebrota o más comúnmente, serpiente, lo pasáis en grande con ella en el escenario y te hacéis íntima del reptil.
Tenéis una experiencia más que grata pero… el tiempo se acaba y toca decir adiós. Y sí, se te va una serpiente de casi 10 kilos color amarillo canario (como los que se come) igual que como ha venido. Esa es la triste desdicha de Britney Spears.
Pero claro, pasa el tiempo, entendéis que ha sido una parte importante en tu vida y te planteáis de nuevo el saber cómo le va a tu bicha de 5 metros y dónde para ahora mismo. Y eso mismo es lo que Britney Spears ha hecho, ponerse a mover Roma con Santiago para intentar adivinar en qué lugar del mundo se encuentra. Y en estos días que corren, Roma con Santiago es Twitter. Dicho y hecho:
Se llama Banana, está feliz y que creo que ya ha superado su momento de estrellato frente al escenario. No me digáis que no es para hacer una película Disney con ese argumento.
Vía Poprosa