Benedicto XVI ha prometido ya «reverencia y obediencia incondicional al próximo Papa». Su etapa al frente de la Iglesia Católica, iniciada en 2005, concluye en el día de hoy para dar paso a un estado especial en el seno de la institución denominado «sede vacante».
¿Quién es el cardenal camarlengo? ¿Quién es el encargado de asignar el puesto? ¿Cómo es la estructura del Colegio Cardenalicio? Estas son las respuestas a las principales dudas sobre el funcionamiento interno de la Iglesia hasta la llegada del próximo Papa.
El camarlengo (administrador de la propiedad y las rentas del Vaticano) será temporalmente el máximo responsable de la Iglesia durante el interregno. El papa Benedicto XVI nombró en 2007 para ese cargo al número dos del Vaticano, el cardenal italiano Tarcisio Bertone.
Angelo Sodano, decano del Colegio Cardenalicio (también llamado «sacro colegio»), enviará mañana cartas a todos los cardenales (tengan o no derecho a voto) para convocar las llamadas «congregaciones generales» , donde se empieza a discutir el nombramiento del nuevo papa.
Durante las congregaciones, los cardenales también deciden la fecha del cónclave. La constitución apostólica ‘Universi Dominici Gregis’, promulgada el 22 de febrero de 1996 por Juan Pablo II, fijaba un plazo de 15 a 20 días desde la declaración de la «sede vacante» para el inicio de esa asamblea de purpurados. Pero antes de renunciar, Benedicto XVI publicó un decreto («motu proprio») que permite anticipar la fecha «si los cardenales están presentes» en Roma.
El cónclave (del latín «cum clave»: «bajo llave») es la reunión a puertas cerradas de 115 cardenales «electores», aunque el número podría variar. En 1970, el papa Pablo VI fijó en 80 años la edad límite para tener derecho a voto. La duración del cónclave no está fijada de antemano.
Durante el cónclave se vota dos veces por la mañana y dos veces por la tarde. Tras cada votación, las papeletas se queman en una estufa especialmente en la Capilla y que tiene salida al exterior. Si no se alcanza un acuerdo, se añaden productos químicos (en la antigüedad era paja húmeda) para que el humo sea negro. Si el resultado es positivo, se queman las papeletas, lo que provoca el humo blanco que anuncia la elección del nuevo Papa. En ese momento la gran campana de la Basílica de San Pedro empieza a redoblar.
Vía Agencias