
Las autoridades australianas anunciaron este domingo 19-S la relajación de algunas restricciones contra el Covid-19 en su capital, Sydney, la ciudad más afectada por la pandemia en el país, mientras aumenta el ritmo de las vacunaciones con más de 36% de su población inoculada.
La jefa del estado de Nueva Gales del Sur, Gladys Berejiklian, indicó en una conferencia de prensa que la relajación de algunas medidas entrará en vigor a partir de mañana en las doce zonas más afectadas del área metropolitana de Sydney.
Las nuevas normas incluyen la eliminación del límite de dos horas al ejercicio y el aumento de dos a cinco personas vacunadas a las que se les permite reunirse, lo que en la práctica homogeneiza las restricciones en Sydney.
De los 1.607 nuevos casos anunciados hoy, 1.083 se produjeron en Nueva Gales del Sur, 507 en Victoria y 17 casos en la zona metropolitana de Camberra, al tiempo que se inmunizó a cientos de miles de personas en todo el país.
Australia, que hasta hace pocas semanas había seguido una estricta política de supresión del virus, ha asumido que tendrá que ir abriendo su territorio, a pesar de que eso suponga un aumento de los contagios debido sobre todo a la contagiosa variante delta, la cual, abunda en la nación oceánica.
«Esta es la tensión, habrá siempre gente que piense que no somos lo suficientemente estrictos y habrá siempre otros que piensen que somos demasiado estrictos. (…) Por eso nuestro plan de apertura es muy cauto», señaló Berejiklian.
Los diferentes estados, que tienen autonomía en aplicar las medidas anticoronavirus aunque están coordinados con el gobierno central, planean volver a una «nueva normalidad» cuando superen 70 y 80% de la vacunación de la población adulta.
Así, el jefe del gobierno de Victoria, Daniel Andrews, afirmó este domingo que el plan es mantener los confinamientos y restricciones hasta finales de octubre cuando se espera que se haya alcanzado el umbral de 80%.
No obstante, advirtió que los contagios llegarán a varios miles diarios en el mes siguiente debido a la variante delta, lo que afectará al sistema sanitario. Andrews comunicó que «no hay alternativa» a abrir el país, aunque las autoridades irán ajustando el plan a las estadísticas de nuevos contagios y muertes.
Los estrictos confinamientos y restricciones han provocado que este sábado se manifestaran miles de australianos en diversas ciudades, protestas que se han producido de manera ocasional desde el pasado año.
Vía EFE/Diario República
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