
La chef con raíces mexicanas, Norah de Vega, siempre supo que su pasión sería la cocina. Su primera aproximación al arte culinario está relacionada con sus abuelos cuyos orígenes son de España. Desde que era una niña, su paladar comenzó a experimentar y fusionar la cultura de sus antepasados; y hoy, ese tanteo la llevó a sacar adelante un emprendimiento familiar que ahora es referencia en su país natal, es decir, México.
De Vega, quien es oriunda de Baja California, empezó a adentrarse en la gastronomía desde chica. Trabajó muy joven en restaurantes mexicanos como cocinera; y a los 19 años decidió profesionalizarse en la gastronomía y ahora, está al frente de Ibéricos de Vega; una empresa que se forjó con mucha preparación y que ahora es un boom en México, gracias a sus productos.
“Desde pequeña creaba platillos, me gustaba combinar dulces con salados. Yo siempre supe que iba a tener un restaurante. Era lo que sonaba”, comenta. Su especialidad es el jamón serrano, aunque también tiene otras recetas que identifican su marca. Sin embargo, para ella la elaboración del jamón tiene un valor muy especial: su abuelo Héctor de Vega, quien era español, la impulsó a crear el producto propio que identificaría a toda la familia.
“Me fui a españa para certificar mis conocimientos con las mejores secadores y fábricas de Europa. Soy la única mexicana con ocho certificaciones. Nuestro jamón cuenta con la mayor reserva de maceración. 16 meses que es el top máximo”, asegura la cocinera dedicada al arte culinario.
Desde sus inicios ha liderado la cocina de destacados restaurantes de gran reconocimiento en la nación. Ha participado en destacados eventos culinarios como Sabor a Tijuana, Expo Mujer, Carta Vertical de Jamón y Destilados, Expo Tequilla, Noche de Cofradías, Festival del Pescado y Marisco, entre otras actividades destacadas de la cocina.
Simón Sánchez
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