Washington y Moscú mostraron hoy su acuerdo para acelerar el proceso de paz en Siria, que pasa por la reunión prevista a fin de mes en Ginebra entre todas las partes concernidas, aunque discrepan sobre la presencia de Irán en esa cita.
La reunión que mantuvieron hoy en París los jefes de la diplomacia de Estados Unidos, John Kerry, y Rusia, Sergei Lavrov, sirvió para expresar que ambos países consideran que la solución al conflicto debe ser «política» y «urgente», y que todo ello pasa por que en Ginebra estén los principales afectados, afirmó Efe.
El carácter apremiante de la búsqueda de soluciones no debe esperar a que se abran las negociaciones en la ciudad suiza, por lo que Kerry y Lavrov coincidieron en pedir «gestos» a ambas partes, en particular un alto el fuego localizado en la región de Aleppo, al norte de Siria, una de las más afectadas por los combates.
Además de ese paso, los dos diplomáticos pidieron que se acelere el intercambio de prisioneros entre bandos y que se abran corredores humanitarios que permitan llevar ayuda a las zonas más afectadas.
En este sentido, Lavrov reveló que Damasco está dispuesto a permitir que la asistencia llegue al campo de Ghouta, cerca de la capital.
Esos «gestos» contribuirían a calmar la situación y a que la reunión de Ginebra se desarrollara en «una mejor atmósfera», según el representante de la ONU y de la Liga Árabe para la región, Lakhdar Brahimi, que también participó en el encuentro en la Embajada de Estados Unidos en París.
Las discrepancias entre Estados Unidos y Rusia se centraron en si Irán debe participar en la cumbre en territorio suizo, que tiene previsto abrirse el próximo día 22 en Montreux para proseguir dos jornadas más tarde en Ginebra.
Lavrov consideró que Teherán, principal aliado regional del presidente sirio, Bachar al Asad, tiene un lugar lógico en la mesa de negociaciones, al mismo nivel que Arabia Saudí, apoyo de la oposición al régimen.
Kerry, por su parte, estimó que Irán «es bienvenido» pero debe antes reconocer que el objetivo del encuentro es el marcado en la reunión que en junio de 2012 se mantuvo ya en Ginebra, que pasa por la formación de un Gobierno provisional con poderes ejecutivos para pilotar la transición en el país.
A la diferencia de Riad, que ya ha recibido la invitación para participar en el encuentro enviada por el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, Teherán todavía no tiene el plácet oficial.
Brahimi se mostró prudente sobre este punto y aseguró que debe contar con el respaldo de Washington y Moscú, los dos principales impulsores de Ginebra 2.
Teherán ya ha mostrado su disposición a participar en la reunión, aunque exige que no haya concesiones previas a la misma.
La presencia de Irán en el encuentro ginebrino tendría una significación particular, dos días después de que entre en vigor el acuerdo firmado por Teherán y la comunidad internacional sobre su programa nuclear.
Más allá de la presencia de emisarios iraníes en la reunión de Ginebra 2, Kerry y Lavrov también discreparon sobre el papel real de la oposición al régimen de Bachar.
El estadounidense consideró que hay que separar a la oposición moderada de los grupos terroristas que la infiltran, algunos próximos a Al Qaida.
Lavrov, por su parte, señaló que es difícil hacer esa criba, porque los elementos que combaten al régimen no son estáticos, cambian de bando en función de la compensación económica que reciben y habló de la presencia de «yihadistas» y de «mercenarios» en sus filas.
«Presentar a esta oposición como un contrapunto a los extremistas nos parece erróneo», afirmó el jefe de la diplomacia rusa.
El encuentro entre Lavrov y Kerry se produjo un día después de que la capital gala acogiera la cumbre de los once países que apoyan a la oposición moderada, que dejaron claro que el futuro de Siria solo puede pasar por la salida del poder de Bachar.
Tanto Lavrov como Kerry se entrevistaron con su homólogo francés, Laurent Fabius, que horas antes había reconocido la dificultad de que la oposición moderada participe en la cumbre de Ginebra.
El jefe de la diplomacia gala aseguró a la televisión «BFM TV» que este grupo, que París fue el primer país en reconocer como interlocutor, está encajonado entre un régimen «que les bombardea» y unos grupos terroristas «que les combaten».
Vía El Universal