El gobernador de California (EEUU), Jerry Brown, declaró ayer el estado de emergencia al norte del estado, tras registrarse la madrugada del domingo un terremoto de magnitud 6,1 grados en la escala de Richter con epicentro en la localidad de Napa, a las afueras de San Francisco.
Brown pidió a las agencias estatales que ayuden en las labores de asistencia tras el movimiento telúrico, que causó al menos 87 heridos, daños materiales y cortes eléctricos. Este fue el mayor sismo registrado en la zona desde el movimiento de 7 grados con epicentro en la localidad de Loma Prieta en 1989.
El director general de operaciones del Departamento de Bomberos de Napa, John Callanan, aseguró que la ciudad ha agotado sus recursos tras haber extinguido seis incendios, transportado a residentes heridos y atendido cortes eléctricos y fugas de gas generados tras el sismo.