La conferencia de paz Ginebra 2 deberá esforzarse en que el presidente sirio, Bashar al Assad, deje el poder por su responsabilidad en la muerte de decenas de miles de personas, dijo el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, este martes en Tokio.
«En Ginebra 2 deberemos asegurarnos de que todas las medidas adoptadas no fracasen y de que podamos así abrir una era sin Bashar al Asad», declaró Erdogan, que se encuentra en el primer día de una visita oficial a Japón, informó AFP.
«Ciento treinta mil personas han muerto [en Siria]. El que ha permitido que esto ocurra no puede seguir a la cabeza del país, esto no puede aceptarse», añadió el primer ministro en una conferencia organizada por el diario económico Nikkei.
La conferencia de Ginebra 2 comenzará en Montreux (Suiza) el 22 de enero bajo la presidencia del secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, y con la presencia de una veintena de países; y continuará a partir del 24 de enero con la reunión de las delegaciones sirias bajo auspicio del mediador internacional Lakhdar Brahimi.
Ban Ki-moon envió el lunes las primeras invitaciones. Irán no figura en esta primera lista de invitados, que según la ONU fue definida el 20 de diciembre durante una reunión a Ginebra entre Brahimi y los responsables ruso y estadounidense.
En total, la lista incluye 26 países, entre los que se encuentran las principales potencias internacionales y regionales, como Arabia Saudita, que apoya a la oposición siria.
También se espera que asista el ministro japonés de Relaciones Exteriores, Fumio Kishida, que viajó a Irán en noviembre, país con el que Japón mantiene buenas relaciones.
El Consejo Nacional Sirio (CNS), principal grupo de la oposición, volvió a decir el viernes que no participará el conferencia del 22 de enero. En cuanto a la Coalición Nacional Siria, que el domingo reeligió a Ahmed Jarba a la cabeza de la agrupación, todavía debe decidir si participa.
Durante el primer día de su visita a Japón, al que seguirán Malasia y Singapur, Erdogan no evocó en ningún momento la situación política en Turquía, golpeada por un escándalo político-financiero.
Agencias / Diario República