
El politólogo venezolano Pablo Quintero afirmó que la estrategia del gobierno estadounidense de Donald Trump para resolver el conflicto en Venezuela está equivocada. Según Quintero, la apuesta por la confrontación y las sanciones ha demostrado ser un fracaso, ya que no ha logrado una implosión del gobierno de Nicolás Maduro.
En una entrevista para el programa Vladimir a la Carta, conducido por el periodista Vladimir Villegas, Quintero subrayó que esta misma estrategia, aplicada entre 2019 y 2020, también falló.
A su juicio, el camino para avanzar en la actual coyuntura política es que los líderes hablen a la gente sobre sus problemas reales. «La premisa indispensable para avanzar es que los políticos le hablen a quien no tiene agua en su casa, a quien no le alcanza el dinero para mantener a su familia, así como a los empresarios y comerciantes», comentó.
El desafío de la oposición venezolana
Respecto a la oposición, Quintero delineó una estrategia con tres puntos clave:
Ignorar el ruido de las redes sociales y no tomar decisiones basadas en «likes».
Retomar el trabajo comunitario y la conexión directa con la gente, con formación política real.
Fortalecer el sistema político opositor, buscando un crecimiento paulatino y una cercanía genuina con la población, sin recurrir a la demagogia ni al populismo.
La situación de María Corina Machado
Quintero también se refirió a la líder opositora María Corina Machado. Aunque reconoció que ella «representó el voto y la esperanza de la gente», advirtió que su dependencia del gobierno estadounidense «le está pasando factura».
«Ella existe y tiene un liderazgo aceptado, pero ha sido muy costoso psicológicamente para la gente estar a la espera de una consigna, de una promesa o de unos resultados políticos que no están a la vista», explicó.
Superar el debate sobre la intervención militar
El politólogo concluyó que la página del 28 de julio, en referencia a la idea de una intervención militar, «la están pasando los promotores de la intervención militar en Venezuela».
Afirmó que, si bien el reclamo no debe ser abandonado, tampoco puede convertirse en un pretexto para «vetar o atacar cualquier iniciativa política» de ahora en adelante. Quintero enfatizó que la oposición tiene el gran desafío de mantener sus demandas sin que se conviertan en un «chantaje» o una «camisa de fuerza» para los partidos políticos.
Vía Punto de Corte/Diario República.com



