El presidente de Rusia, Vladimir Putin, inició su agenda de este 1 de enero de 2014 con una visita a la ciudad de Volgogrado, ubicado al sur del país, para conocer personalmente el estado de salud de las víctimas de los dos atentados suicidas, ocurridos el domingo 29 de diciembre en la principal estación ferroviaria, los cuales causaron al menos 34 muertos y dejaron decenas de heridos.
La explosión mató a al menos 18 personas, y un segundo atacante se inmoló en un trolebús el lunes por la mañana hora local, matando a 16 personas y dejando cuerpos esparcidos por la calle.
El presidente Putin llegó a primeras horas de la mañana al hospital donde están siendo atendidos los heridos y depositó rosas rojas en el lugar de la explosión del trolebús.
Las bombas plantearon temores de nuevos atentados antes de que Rusia albergue en febrero los Juegos de Invierno de Sochi, en el mar Negro, unos 690 kms al suroeste de Volgogrado.
Putin dijo este que «la vileza de los crímenes que se cometieron aquí, en Volgogrado, no precisa de comentarios adicionales» y agregó que «los crímenes contra la población civil, en particular contra mujeres y niños, no tienen justificación alguna»
En su mensaje de Año Nuevo, el presidente ruso prometió que las autoridades «continuarán la lucha contra los terroristas hasta su completa eliminación».
Agencias