Reino Unido elevó el nivel de alerta terrorista de «grave» a «crítico» y decidió el despliegue de militares para apoyar a la policía, anunció el martes la primera ministra británica, Theresa May, tras el atentado de Mánchester la víspera.
«No podemos ignorar la posibilidad de que un grupo más amplio de individuos esté vinculado con el atentado de Mánchester», subrayó Theresa May, después de que un atentado le costara la vida a 22 personas el lunes por la noche al término de un concierto en Mánchester (noroeste de Inglaterra).
El atentado de Mánchester, tras la tragedia de la sala Bataclan de París en 2015, muestra que «la amenaza se ha vuelto global» y obliga a salas y productores del espectáculo a adaptarse sin renunciar a la música.
Queda descartado bajar la guardia ni dejarse intimidar, según los profesionales franceses del espectáculo.
«La profesión está profundamente afectada por el atentado de Mánchester que, de nuevo, golpeó a nuestra juventud y nuestra libertad», aseguró el martes una portavoz del sindicato de productores del espectáculo (Prodiss), después de que 22 personas murieron en un atentado ocurrido en Mánchester (Gran Bretaña), al final de un concierto de la estrella estadounidense Ariana Grande el lunes por la noche.
Si bien la «amenaza» se ha vuelto «perenne» y sigue «apuntando contra nuestros valores y nuestras libertades», no se debe ceder a la amenaza.
«Hay que seguir viviendo», afirmó Jean-Marc Dumontet, productor y propietario de varias salas de espectáculos de París.
«Evidentemente, los controles de seguridad continuarán o incluso se acentuarán», dijo a la AFP. Pero, añadió, «si bien la seguridad es necesaria, no existen las soluciones milagro».
«Al filtrar la entrada de nuestras salas de espectáculo, creamos también unas colas monstruosas que son también objetivos para un imbécil que ha decidido sacrificar su vida en nombre de una creencia imbécil».
Las medidas de seguridad se reforzaron sensiblemente en Francia tras el atentado del 13 de noviembre de 2005 en el Bataclan, donde 90 espectadores murieron. La prefectura de la policía de París anunció el martes una intensificación del dispositivo de seguridad que está en vigor desde hace casi dos años.
«El modo operacional de los terroristas (…) se mueve cada vez y cambia. Anoche, en Mánchester, fue al final del concierto, ni durante ni antes (…) cuando tuvo lugar este atentado kamikaze», subrayó el prefecto de la policía Michel Delpuech ante la prensa, al término de una reunión con una cincuentena de responsables de cadenas de cine, salas de espectáculo y federaciones deportivas.
El prefecto solicitó a los organizadores que presten atención a la vigilancia exterior de las colas de espera y a los accesos a las salas y la protección del público durante el espectáculo y su salida.
«Los franceses deben seguir teniendo apego por las prácticas culturales», insistió el Prodiss, días después de la apertura del Festival de cine Cannes, en el sur de Francia.
Los productores y organizadores de espectáculos son «gente responsable». Las cuestiones de seguridad siempre han sido «muy importantes y los dispositivos de seguridad están ya al máximo nivel».
Vía Panorama/www.diariorepublica.com