Un transexual belga de 44 años optó por morir a través de una eutanasia, luego que la operación de cambio de sexo a la que se sometió lo hiciera verse como «un monstruo».
La historia de Nathan Verhelst, cuyo nombre de nacimiento es Nancy, se remonta desde la adolescencia, cuando sintió que era un hombre en un cuerpo de mujer, sufriendo «enormes daños psicológicos» a raíz de esta situación.
Sin embargo, la verdadera pesadilla comenzó posterior a la intervención a la que se sometió para cambiarse de sexo, cuyo proceso inició hace cuatro años, tras la cual se sintió «un monstruo» debido a los cambios físicos que experimentó.
«Estaba dispuesto a celebrar su nuevo nacimiento pero cuando me miraba al espejo estaba muy disgustado conmigo mismo», reconoció Nathan al diario belga «Hel Laatse Nieuws» antes de tomar la decisión.
Producto al trauma que le significó lo irreconocible de su aspecto, el Estado belga aceptó el lunes la petición de esta persona de morir, alegando un «sufrimiento psicológico insoportable».
De esta manera, el hombre se convirtió en la primera persona que decide su muerte, tras practicarse un cambio de sexo.
En Bélgica, 1 de cada 50 muertes ocurren a través de la eutanasia, que fue aprobada en 2002. En la actualidad, el Parlamento belga discute la posibilidad de que los menores de 18 años también puedan dar su consentimiento para morir, lo que convertiría a Bélgica en el primer país que aprueba la eutanasia infantil.
El Nacional