Los comandos de campaña del oficialismo y la oposición no descansarán. Las presidenciales pasaron, pero ahora les toca disputarse las regiones.
Entre el 20 de octubre y el 13 de diciembre será la competencia.Cada bando tiene tareas distintas para conseguir la victoria. Un descuido costaría el poder.
Así percibe la contienda Andrés Cañizález, coordinador del Programa Comunicación Política y Libertad de Expresión de la Universidad Católica Andrés Bello.
Dos semanas tienen los sectores que se medirán para definir sus estrategias contra el rival.
El analista señala que «el Gobierno no puede retrasar la revisión de algunas decisiones sobre sus candidatos porque es evidente que las imposiciones de liderazgos generan rechazo dentro de sus propias filas, y si ya la militancia no teme protestar en público, tampoco lo hará cuando le toque votar».Indica que «el chavismo necesita cambios para ganar».
Y de inmediato. «En los estados donde manda la oposición se debe reforzar la tesis de que los beneficios tardan en llegar a la población por la falta de un líder rojo que sirva de enlace con el Ejecutivo».
Mantener el entusiasmo es otro desafío, a juicio de Cañizález, porque «quien vota por Chávez no se moviliza con la misma fidelidad en las regionales».
Las cuentas de Natalia Sánchez, socióloga, lo respaldan. «Cuando se trata de Chávez, sale un 15 por ciento más de electores, que son muy particulares, tienen una vida lejos de los asuntos de la política, no sintonizan programas de opinión, pero guardan la idea de un mandatario con buenos planes y beneficios».
En las entidades, Marcos Hernández, sociólogo, subraya que «los escenarios del 16 de diciembre son diferentes. La disputa es más cerrada como consecuencia de los liderazgos que se miden y a pesar de los errores que se puedan cometer en la campaña, la realidad es que la lucha está reñida».
Más arduo
Las tácticas del sector democrático demandan «sabiduría, sensatez y prudencia», sostiene Natalia Sánchez, socióloga.
No pueden cruzar los brazos, les costaría el poder en los estados donde gobiernan.Andrés Cañizález, especialista en opinión pública, resalta que «la oposición tiene que mantener lo que se votó en febrero en las primarias y lo que se acordó vía consenso».
Vender un discurso de unidad tras la derrota de Henrique Capriles Radonski, abanderado de la Mesa de la Unidad para Miraflores, será «fundamental». Destaca que el excandidato está obligado a involucrarse en la próxima campaña para impulsar y reforzar el proyecto de una Venezuela de progreso, a pesar de las diferencias ideológicas. «Las jugadas tienen que estar claras».
Vía Diario La Verdad